Articulo de Opinión de.....

Rafa Gomar

Peña Caixaes de Silla / Federación de Peñas 

 

Florito el bueno.

 

 

 El negocio en el mundo del toro será complicado y difícil de cambiar, pero se podría ofrecer una nueva versión empezando por los despachos y en las ganaderías.

 

Cuando esto esté solucionado, se habrá de lidiar el toro de la administración pública, los boletines de la seguridad social y las concesiones de las plazas de toros, bien sean públicas o privadas.

 

De no ser así seguiremos con la pistola sobre la mesa jugando a la ruleta rusa, con lo cual posiblemente tenga razón el Sr. Florito. Es conveniente y urgente la ya famosa reestructuración del sector, que no siga por el camino del yo, mí, me, conmigo, y de eso saben bastante muchas personas vinculadas al mundo taurino como usted.

 

Sr. Florito, usted que bien sabe cómo está de podrido este mundo que tanto nos apasiona, podría darnos alguna clave en forma de cambio para poder abrir el cerrojo existente en el mundo del toro desde hace más de 30 años, y pensar en aportar sus conocimientos para la supervivencia de la tauromaquia en cualquiera de sus expresiones y me refiero al toreo a pie o a caballo, y también a la infinita afición al festejo popular, que como usted dice paga muy bien por esos toros feos y por las entradas para poder ver a sus toreros o aquellas ganaderías que son más de su agrado.

 

En mi humilde opinión creo que diciendo "No veo futuro a la fiesta de los toros" hacemos un flaco favor al futuro de la tauromaquia, y a sus nuevos aficionados a los que debemos dejarles el legado de la tauromaquia en las mejores condiciones.

 

Usted que sabe de esto como el que más y nosotros hemos de trabajar para dejar un camino limpio, serio y con un horizonte despejado, de no ser así desaparecer es cuestión de tiempo, eso ya es bien sabido por los aficionados.

 

Creo que el mundo del toro y su historia bien merece un gran esfuerzo por parte de todos aquellos que trabajan y viven por él, empresarios, toreros, recortadores, ganaderos, mayorales, y sí, los aficionados también, ellos, los aficionados, los que se sientan en una piedra para ver una corrida de toros o un concurso de recortadores, seguro que en cuanto se les pida luchar ahí estarán.

 

Pensemos en positivo y ganaremos la batalla por la tauromaquia del futuro. Después no valdrá el lamento, no valdrá decir aquello de si volviésemos atrás, nunca nadie pudo volver al pasado y lo hecho, hecho está, por lo que les ruego que trabajemos juntos codo con codo el presente para volar al futuro.

 

Tendremos desgaste y seguro se quedará algo y alguien por el camino, pero es el momento de que los que saben de esto luchen por dejar una tauromaquia blindada, limpia y lista para afrontar los próximos 100 años con garantías de supervivencia, y solo así, creo que superaremos las embestidas políticas y de las organizaciones animalistas que ni saben ni por supuesto quieren saber de la fiesta de los toros.

 

Es el momento tenemos buenos empresarios y toreros, tenemos buenos recortadores y ganaderos, tenemos buenos intelectuales y periodistas, pero sobre todo hay buenos aficionados con un caldo de cultivo muy importante en el festejo popular junto con el mejor de los espectáculos que existe en el mundo, por lo que si ponemos todos de nuestra parte lo conseguiremos seguro.

 

La pandemia del COVID-19 nos abre un paréntesis dejando espacio para ver la fiesta en perspectiva, para que lo que se hizo mal mejorarlo, y lo que se hizo bien para avanzar sobre ello, no dejemos pasar la oportunidad, de este mal momento saldremos, aunque depende de todos los actores de la tauromaquia el saber interpretar cada cual su papel para salir más fuertes.

 

No permitamos que la dejadez nos lleve a esa lúgubre manga de matadero de la que ya nunca se sale, bueno si, se sale en un frío camión hacia quien sabe Dios dónde.

 

Trabajemos juntos sin más afán que la supervivencia y la coexistencia del arte de la tauromaquia con todas las artes que nos rodean y acompañarán, músicos, cantantes, pintores, poetas, todos, todos, todos.

 

Rafael Gomar Domenech.